jueves, 16 de junio de 2011

EMOTIVO MENSAJE DE BERTOLUCIO DESDE CASA DE GOBIERNO

Hace pocos días, no vale la pena recordar exactamente cuándo, Bertolucio di Sant' Elmo dirigió un mensaje personal a toda la población, desde el tradicional, histórico y célebre balcón de la Casa de Gobierno de la Nación, ante la enfervorizada presencia de un nutrido grupo de manifestantes que respondió a la convocatoria, acudiendo de manera espontánea a la Plaza de Mayo para brindar su incondicional adhesión. Las estimaciones oficiales aseguraron que la concurrencia pudo haber nucleado a no menos de trece personas, aun cuando los cálculos en círculos privados hacen mención de que, en rigor, habrían sido cuatro - todos ellos de su entorno familiar - más un perro vagabundo y ocho palomas. En su encendido mensaje, el orador llamó a la concertación nacional (aunque nadie respondió, por lo cual dejó mensaje en el contestador) y a la necesidad de estrechar filas, para poder ingresar de mejor manera al interior del coche y de los vagones. Aludió también a la indiscutida vocación de diálogo que anima su plan programático, para cuya adecuada difusión en todos los medios anunció la preparación de un monólogo de varias horas. El presente es un momento histórico que nos reclama un mayor protagonismo en los cambios, anunció, mientras pasaba de punto muerto a marcha atrás. Lejos han quedado las divisiones entre los argentinos, afirmó, a la vez que repasaba la tabla del ocho en alta voz, para regocijo de los presentes que, en medio de la algarabía, coreaban de viva voz encendidas consignas, supuestamente de adhesión. Todo por un choripán. Destacó, asimismo, el impostergable papel que juegan los ciudadanos en el presente histórico, papel que por las connotaciones de incontaminación respecto de otros factores, puede considerarse eminentemente higiénico. El discurso se desarrolló por un prolongado lapso - entre seis y ocho segundos - después del cual la ovación no tardó en hacerse sentir (N.de R. ovación = conjunto de huevos) Todo ello, ante el registro de las cámaras de los medios más destacados que siguieron el completo desarrollo de la ceremonia debidamente desconectadas.   

Es hora de dejar las viejas antinomias y reemplazarlas por las nuevas antinomias, afirmó el orador en su emotivo mensaje dirigido a sí mismo y a los venusinos presentes.


Así quedó la histórica Plaza de Mayo, luego del mensaje de alto contenido etílico... perdón... ético del horadador.... del orador, digo...
Instantes previos, cuando aún no había sido colocado el chaleco de fuerza en el cuerpo del orador.


4 comentarios:

  1. Jose Luis Rodecker16 de junio de 2011, 11:03

    CHE MUY BUENO, PERO ME PARECE QUE LOS GRANDES HAN LLENADO LA PLAZA, BUEN A CONSOLARSE AL MENOS HAS LLEGADO AHI. YA LLEGARAS A QUE AL MENOS SE SUMEN UNOS MAS, PIANO PIANO.
    FELICITACIONES

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  2. extraodinario
    solo uno dce los grandes puede estar en en ese lugar tan sublime
    Estas humildes fotos recorreran el mundo
    suerte compañero
    Hasta la victoria

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  3. Uy! qué bronca... yo apenas si pude orar en un colectivo de Plaza cuando vendía destornilladores chinos.
    Angelo del Basso Fiori

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