lunes, 28 de marzo de 2011

Tampoco ingerir batracios de origen oficialista ...



 
            En la semana pasada causó honda preocupación, por un lado, y espanto, por el otro, la posibilidad de que el riojano innombrable – quien no es, precisamente, Facundo Quiroga -  pudiera sumarse a la campaña política de la Provincia de La Rioja a través de un pacto con el actual gobernador, Luis Beder Herrera, para obtener votos para su partido “Lealtad y Dignidad” (silencio respetuoso), a cambio de garantizarse la tercera banca en el Senado. A pesar del diferente tratamiento que efectúan los medios, según los intereses y posiciones que defiendan, es evidente que el actual gobernador riojano pretende sumar votos “como fuere” para “homenajear al ex – presidente Néstor Kirchner.” (http://tiempo.elargentino.com/notas/gobierno-rechazo-acuerdo-con-menem ). De todas maneras, y aún admitiendo que se trata de una jugada local no respaldada por el gobierno nacional y que puede haber caído como la ingesta de un batracio de regular tamaño, vivo y sucio, en sectores cercanos a la Casa de Gobierno, no es menos cierto que, a la hora de los budines, hay que asumir posiciones con la valentía que las propias convicciones reclaman.  Y de manera categórica. Si el innombrable, por méritos propios, es una trágica y pésima figura, lo es para todas las circunstancias y no puede ser aliado ni aún a título provisorio (tiempo) o local (espacio). Es el ejemplo de la política que algunos cuantos no queremos que vuelva, es un ejemplo contra el cual este gobierno se dedicó a enarbolar sus banderas de luchas y reivindicaciones. Posiblemente - es mi opinión personal - el innombrable trate de asegurarse, con sus uñas, una banca en el Senado, a fin de zafar un tranco más en la previsible responsabilidad penal que le cabe por los desgraciados sucesos de Río Tercero y en el caso del contrabando de armas. Con mayor razón aún, sostengo que la distancia debe ser puesta de modo inequívoco. La ciudadanía, tal como bien lo apunta mucha gente sesuda, puede llegar a quedarse con la reprochable imagen de que en política continúa valiendo todo con tal de sumar poder. Y como en este valle de lágrimas no todo es lo mismo, es necesario que en democracia sea purgada de la política esa imagen y, además, sean descartados - esperemos, definitivamente -  los modelos de carne y hueso que forjan ese tipo de imágenes.

Ósculos y abrazos

jueves, 24 de marzo de 2011

24 de marzo de 2011, a 35 años del inicio de la masacre institucionalizada.



Hoy leo con náuseas a cierta prensa que hace gala de una particular retórica para justificar lo injustificable. Que existe parangón entre aquella Argentina del ‘75 y ésta. En igual sentido, los intentos de algunos programas para “ubicarnos” en el contexto histórico y justificar el 24 de  marzo del ’76. Por favor, escóndanse en lo más profundo de sus madrigueras. ¡No!, me retracto: mejor tenerlos así, a la luz, expuestos a la vista de toda la sociedad, como a Bussi, como a Rico, como a Patti, como a Grondona, como a Morales Solá, que se blanqueen. La gente no ingiere más material vítreo. Final de cuerda para ellos, los golpistas. Añoranzas del terror es lo único que tienen como patrimonio. Cuando los sindicalistas eran chupados, lo eran por representar derechos de los trabajadores no por actos de terrorismo. Y sí, en cambio, los chupadores hacían política terrorista a pedido de intereses económicos bien conocidos. “Dos demonios”. Quieren comparar una violencia parcial, fragamentada, a cargo de un grupo de delirantes con algunas justificadas razones o no, con otra violencia brutal y desproporcionada, organizada desde el aparato de gobierno, que comprometió a los tres poderes del Estado, a las corporaciones sociales, a la Iglesia, en una cruzada vergonzosa, venal, injustificable. Cuando me ataca un civil me protege el Estado, acudo a él, pido ante el Poder Judicial, invocando normas que sancionó un Congreso y reglamentó un Poder Ejecutivo, con la Constitución y las leyes que me protegen en la petición. Cuando me ataca el Estado me protege “magoya”, y a llorar a la iglesia. Ni eso; la iglesia se hace la tontuela, mira para un costado, busca maricas para ponerlos todos juntos en una isla, mientras tanto, bendice los cañones, engorda las abultadas panzas de sus personeros, reniega de los curas villeros y los delata para que, de paso, también desaparezcan, pero que de esto no se hable. Basta de farsa. Nunca es mala la verdad. A marzo de 1975, en el gobierno, una élite mafiosa: López Rega y su entorno, Isabel: una incapaz e inoperante gobernante en manos del brujo. Armas en el Ministerio de Bienestar Social para asesinar zurdos. La “juventud maravillosa” sí, era maravillosa, como lo es toda juventud. Es un concepto tautológico. El hecho de que una parte minoritaria insolada, como el ERP, montoneros y otros de igual signo se arrogaran la representación del pueblo que nunca tuvieron, no quita lo anterior, ni desdibuja la calaña perversa de los golpistas, cuyo mayor delito fue masacrar para entregar la patria según claras instrucciones impartidas desde afuera; hipotecando el país a niveles vergonzosos para generaciones futuras. Por eso, hacer comparaciones entre aquélla y la inseguridad actual es pura perversión. Desde luego que hay lugares de inseguridad. El edificio Cavanagh es un lugar de inseguridad, allí vive Martínez de Hoz. Es peligroso, como lo es el barrio de Recoleta o de Palermo Chico, donde aún viven muchos de los personeros civiles de aquella gesta oprobiosa. No sólo la villa 31 provoca escozor. El golpe militar fue el trabajo sucio necesario para que la entrega de sus secuaces civiles prosperara. Quisimos hacer un ..."país moderno" lo definía Walter Klein. Para eso, era imprescindible chupar a sindicalistas, artistas, políticos e intelectuales que se resistieron al saqueo. Para hacer juego a la entrega, era necesario contar con la política de “campo arrasado”. Corruptos y baratos golpistas. Jamás un acto de honor, algo que los dignificara. Su mejor baldón fue disparar a matar desde la frontera hacia adentro; muerte y tortura contra civiles indefensos, por un  grupo ínfimo de guerrilleros que los enfrentaron y que usan como una penosa justificación en los verdaderos y definitivos juicios por la memoria y la verdad. Cuando tuvieron que defender el honor de la Patria frente a la invasión real de un colonizador conocido e históricamente declarado, mandaron al matadero a pibes sin pertrechos, muchos de los cuales ni conocían el mar. Ellos, en cambio, campantes detrás de sus escritorios lujosos, carraspeando en sus trasnochadas borracheras de alcohol berreta. Miserables sin nombre. 
Si San Martín resucitara también carraspearía, pero para escupirlos. Asesinos seriales, impotentes perversos, enemigos de las ideas, temerosos de la verdad, ladrones vulgares, saqueadores travestidos con uniformes de la Patria que les han quedado, siempre, siempre, demasiado grandes.
Cipayos eternos.
Calificación final: Honor: Cero.
A marzo, mejor aún: a juicio eterno; a reencarnación, de babosa para abajo. 

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https://picasaweb.google.com/amoscuzza/24032011DiaDeLaMemoria#


martes, 8 de marzo de 2011

POZO CIEGO DE SABIDURÍA - 2ª parte -


          
01) El que ha tenido la desventura de nacer o de devenir imbécil, debiera procurar la gracia del anonimato.

02) Si eres una mala persona, ten la valentía de confesar tus maldades ante todos y de viva voz.  Te sorprenderá la cantidad de adhesiones.

03) La buena gente por lo general es intrascendente. Cuestión de marketing.

04) A diferencia de lo que el común de las personas cree,  la lujuria es una virtud. Exáltala… mientras puedas.

05) No le muerdas la mano a quien te da de comer; puede que no te devuelva la prótesis.

06) Atrévete a soñar, aún en el paso a nivel.

07) No te creas que porque elevas el volumen de tu radio yo estaré más alegre. No es una reflexión, es una advertencia.

08) Ayuda a tu hijo a crecer. Aléjate.

09) Escucha los dictados de tu conciencia con suma atención y, sobre todo, sin reírte.

10) Ama, sé apasionado y demuestra tu amor y tu pasión a tu prójimo, a los animales, a las plantas, a las piedras. Yo... paso, gracias.

11) Camina descalzo, ayuna, medita, contempla todo lo creado y, de vez en cuando, date una vuelta por Occidente.

12) Tu cuerpo es el templo – y no la cárcel – de tu espíritu. Aséalo, perfúmalo y prepáralo para alojar tan preciado tesoro. Es lo más delicado que se me ocurre para decirte que hueles mal.

13) No te preocupes tanto por el cuidado del planeta; oportunamente él sabrá deshacerse de ti.

14) La Verdad prevalece (firmado: La Mentira).

15) Con mis ushutas, mi sikus, mi caja y mi voz, entonaré para ti “Chiquitita”, de Abba.

16) El mal que padecen los argentinos es el déficit en el control del juego aéreo, el hecho de que los atacantes no pateen con la pierna cambiada, y el de que los zagueros no se proyecten por el andarivel del ocho.

17) Si bien el sexo es alegría, ello no autoriza a proferir una abierta carcajada mientras tu pareja se desnuda.

18) Imperativo ultra categórico: Obra de tal manera que el resultado de tus acciones sea aquello que efectivamente te propusiste hacer.

Continuará...

Pedro Grullo
alm

miércoles, 2 de marzo de 2011

UNA CAMISA UN TALLE MÁS CHICO
 
En otro desorden de cosas, te cuento que una vez, el Negro Víctor, mi amigo del Lejano Oeste, me regaló una camisa, un tanto chica, en ocasión de mi cumpleaños (no una camisinha; camisa chica de talle, tío!); una prienda de la conocida y no menos respetable camisería "Mickey" (Perón - ex-Cangallo - al 900) . Tuve que cambiarla por un talle mayor. Aquí te paso la crónica de los hechos.
            En verdad, en verdad os digo, que cuando me apersoné en la tienda, un paisano me miró medio torcido; al toque comprendí q’ era estrábico. Como puso la trucha 'e preguntar, sobre el pucho y sin darle changüí, ái nomás me le planté y le espeté en el rostro: "¿Sabe quién soy yo?, soy amigo del moncho del Oeste; del Negro; el acoyarado con la Vasca; aquél que da quince puñaladas de ventaja y gana por afano - o por ausencia -." Se hizo un silicio de ultracomb y tuitoj quedaron vitrificados. Con la parsimonia que me caracteriza, me dirigí al que tenía pinta de más guapo, descontando que debería ser el jefe (o, en su defecto,  su novio). Le hice vientito cerca 'e la trucha con mi melena, cosa que le disgustó bastante, para mi regocijo. Mientras se alisaba los bigotes renegridos y se acomodaba el rimmel, me preguntó qué me traía por esos parajes. Le pedí de hablar con el capanga máximo. Me dijo que no estaba, que andaba por Disneiguord, que era el mesmo ratón Mickey; el dueño de la camisería y que tenía asuntos pendientes con una vaca, una tal Aurora. No sé por qué, pero me olfatié un bolazo. "Te creo en una progresión del 23 por ciento, y en disminución", le contesté acariciando el cabo de mi paraguas de Taiguán. Los presentes se fueron desparramando en círculo, presagiando la tormenta, a la vez que abiertos de piernas nos enfrentamos preparados pa’ lo pior. Suavemente y sin quitarle la vista de encima, dejé caer a un lao mi poncho calamaco (marca Dufour),  a la vez que el fulano se quitaba los zapatos rojos de taco alto. No sabía bien por cuál motivo me parecía estar de sobra en ese lugar, así que traté de abreviar el trámite. Desenvainando la bolsa de papel reciclado, tiré el contenido sobre el mostrador, espantando las moscas y a un desprevenido que cacareaba "Sha viene la shuvia, me sheva Shanet". Al abrir el envoltorio, el quía retrocedió como espantado por la luj mala, la del fluorescente. Le grité en la jeta casi, si le parecía de buen crioyo andar ofreciendo priendas dos números más bajos para pijotear la tela; que si al cabo del año pensaba progresar mucho con ese sistema, que no le iban a quedar tripas sanas y un montón de cosas más, hasta que me lo sacaron de encima, en medio del griterío y de la voz de Fredi Mércuri que insistía "mamma mía., mamma mía..." desde el radiorreceptor. Así que puso adentro ‘e la bolsa, sin chistar, la misma prienda, pero esta vez del taye adecuado. Lo miré medio al soslayo, como diciéndole "Yo te perdono pese al daño que meas echo" y parece que el tipo la cazó al vuelo, porque bajó la cabeza y dos lagrimones rodaron por sus mejillas. Me juí sin decir pío y sin decir agua va. Que a veces un silencio vale más que dos silencios.
Aura, después del entrevero, hago rostro en el conventillo. Con las chancletas de cuerina y el pantalón bataraz me planto la camisa cumpleañera así, sueltita, estilo cáshual.... y tendrías que ver la reverencia que me dispensa el negraje.
Perdoname la molestia. Es que estoy arisco.
El groncho Moscusa